Fanatismo islamista
A raíz de los últimos atentados presuntamente perpetrados por fanáticos islamistas en las calles de Londres y París, el miedo ha vuelto a instalarse entre los ciudadanos europeos, conscientes, una vez más, de estar en el punto de mira de determinados fanáticos religiosos.
Aunque no es bueno simplificar las complejas motivaciones de la causa islamista, tampoco conviene sobreestimarla. Los integristas radicales creen tener a su favor el tiempo y también la demografía europea, que creen que conducirá en el futuro a una especie de reislamización del viejo continente que facilitará su deseado retorno a un pasado lejano de hegemonía del Islam.
El fantasma de la hipotética islamización de Europa, que profetizan conjuntamente tanto los radicales islámicos como los grupos de extrema derecha xenófoba europeos, no es más que una ilusión pesimista.
La hipotética islamización europea no supondría una victoria del Islam, sino una derrota de los valores occidentales y de la democracia. Por eso, la amenaza de los islamistas fanáticos únicamente se podrá vencer con tiempo y paciencia, que son valores en los que las democracias deben prevalecer sobre cualquier tipo de radicalismo.
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