La vida no deja de ser un reto que se acaba con la muerte
Uno de los retos más trascendentales a los que a diario se enfrenta el ser humano es el de sobrellevar su propia existencia.
Vivir no es fácil, porque supone aceptar con dignidad los retos que la vida nos plantea a diario, con su carga de adversidad. Sobrevivir es encontrar sentido a los posibles sufrimientos pero también a las alegrías.
En definitiva, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que nos plantea y cumplir las tareas que la vida nos asigna continuamente, utilizando el valor del esfuerzo, sin el cual todo lo demás es mentira.
La vida no deja de ser un reto que se acaba con la muerte y en los momentos actuales, caracterizados por una crisis económica y social que nadie entiende, ni sabe cómo se ha producido y menos cuando acabará, vivir supone, al menos para la mayoría de las personas, una aventura diaria de supervivencia.
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