Corrupción
La tremenda factura que ha generado en nuestro país la corrupción generalizada ha supuesto la ruina para los más débiles, pero también el incremento patrimonial desmesurado de los más ricos que, en su cínico paroxismo insolidario, no vacilan en burlar al fisco y reírse de Hacienda, al tiempo que se les llena la boca alardeando públicamente de su patriotismo a la vez que revisan los saldos de sus cuentas bancarias en la próspera y neutral Suiza.
La corrupción que se ha generalizado en España tiene sobre el país los mismos efectos que el cáncer en el organismo humano: gangrena y corroe sus entrañas, subvierte la escala de valores y acaba con cualquier atisbo de dignidad.
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