Cabo de Hornos
Desconozco cuál es la razón de la ola de optimismo que embarga últimamente a quienes nos gobiernan pero si algo está claro es que, a día de hoy, España tiene el dudoso honor de figurar en los primeros lugares en el ranking de los países con más corrupción y, según algunos informes, la energía eléctrica más cara del mundo industrializado. Dos circunstancias que casan muy mal con esa pretendida recuperación económica de la que intentan convencernos.
Contar con una tasa de paro que supera ya el 26% y que afecta a mas de la mitad de los jóvenes españoles que ven en la emigración la única salida y tener el déficit y la deuda del país en unos niveles estratosféricos no parecen el mejor argumento para justificar la autosatisfacción de nuestros gobernantes y, mucho menos, para atreverse a hacer ninguna referencia a la remontada del cabo de Hornos.
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