Con el cinco por ciento de los votos escrutados, y...

Con el cinco por ciento de los votos escrutados, y cuando se barrunta una debacle electoral sin precedentes para los socialistas en las elecciones autonómicas que se han celebrado hoy en Cataluña, las caras de los dirigentes del PSC no pueden ser más largas. Son el vivo ejemplo de la desolación y el desconsuelo.

Cualquiera diría que los más que probables resultados les han cogido por sorpresa. ¿Acaso no esperaban este desenlace electoral? ¿Nadie interpretó los recientes resultados adversos en las urnas gallegas y vascas como un aviso para navegantes y como un anticipo de lo que se les venía encima?

Cuando los políticos dejan de tener los pies en el suelo, cuando se pierde el contacto y la cercanía de la gente, cuando los problemas de la ciudadanía se perciben como algo lejano, cuando se es incapaz de analizar y entender el mensaje de los ciudadanos en las urnas... entonces suceden estas cosas.

A estas alturas de la noche el escrutinio está en pleno proceso y, por tanto, los datos todavía no son definitivos. Pero, visto lo visto, parece claro que el análisis y la autocrítica tendrán que emplearse a fondo a partir de mañana y, junto con la necesaria e inaplazable renovación de ideas y de personas, serán las únicas herramientas válidas para recuperar la ilusión por un proyecto, hoy maltrecho y tocado de muerte.

De no hacerlo así, caiga quien caiga, y de continuar empecinándose en “sostenella y no enmendalla”, el camino hacia el abismo está asegurado.