Reiniciar el sistema
Empieza a cobrar fuerza la necesidad de dar por terminada la larga y, según algunos, altamente imperfecta primera transición e iniciar con urgencia una segunda transición.
Para ello hay que empezar de cero y con el máximo de gente nueva. Gente que esté en la política y al frente de las instituciones por vocación de servicio y no para enriquecerse o para alimentar egos personales.
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