"Madrid, Madrid, ¡qué bien tu nombre suena ...

"Madrid, Madrid, ¡qué bien tu nombre suena / rompeolas de todas las Españas! / La tierra se desgarra, el cielo truena, / tú sonríes con plomo en las entrañas".

Estos versos los escribió Antonio Machado el 7 de noviembre de 1936, cuando sus amigos León Felipe y Rafael Alberti trataban de convencerlo para que abandonara la ciudad, dado el peligro que corrían su vida y su familia a causa de la guerra civil.

Por su condición de capital, Madrid se ha convertido en lugar donde últimamente convergen todas las protestas, todas las manifestaciones, todas las revueltas que aspiran a tener una cierta notoriedad social y repercusión mediática. La Villa y Corte, como dirían los cursis, se ha convertido en los últimos tiempos en el escenario donde se concentran el malestar y la rabia contenida de una ciudadanía cada vez más descontenta.

Por eso, y aunque algunos ya se han rasgado escandalosamente las vestiduras, no resulta sorprendente la enorme repercusión que ha tenido en la prensa internacional la jornada de protesta que tuvo lugar ayer en las inmediaciones del Congreso de los Diputados. Las grandes cabeceras y medios de comunicación de todo el planeta se han hecho eco de los acontecimientos del 25-S, destacando la represión policial contra los allí concentrados, bien llevando la noticia a sus portadas o abriendo con ella sus informativos.

La imagen de nuestro país difundida ayer hasta el último rincón del planeta no puede ser peor para España en estos momentos. La difícil situación económica y el creciente descontento social corren el peligro de acabar derivando, como en otros países de nuestro entorno, en desordenes generalizados y en una situación de caos del orden público, así como en una oleada ascendente de la represión policial y la violencia social.

Un escenario nada tranquilizador el que se cierne sobre España y los españoles.