La sociedad de la información es débil y fácilmente manipulable
La opinión pública en una sociedad mal informada y que se mueve sólo por los titulares, sin querer ahondar en el contenido de la información que recibe y sin juicio crítico, es un peligro.
El hecho de que haya mucha gente defendiendo una causa o una opinión, no significa necesariamente que esta causa sea lícita ni verdadera y ahora, a menudo, nos encontramos ante una especie de dictadura de la opinión que tiene unos riesgos evidentes y donde parece extendida la teoría de que quién grita más que los demás es el que más razón tiene.
La sociedad de la información en la que vivimos es débil y fácilmente manipulable; de hecho son muchos los estudiosos sociales que admiten que es tremendamente fácil manipular a las masas.
A menudo, los dictadores y los políticos autoritarios han demostrado ser unos maestros muy eficientes en estas manipulaciones y en la utilización de los medios de información.
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