Enigmas y especulaciones en torno a la muerte de Kennedy

Hace cincuenta y seis años que el mundo se conmocionó con la noticia del brutal asesinato de John Fitzgerald Kennedy, el trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos. El magnicidio de Dallas supuso un hito en la mítica historia norteamericana y fue un jarro de agua fría para la confiada e ingenua sociedad americana que vivía aquellos días uno de los mandatos presidenciales más esperanzadores y carismáticos de la historia de aquel país.

Seis décadas después, lo ocurrido en aquella ciudad sureña continúa rodeado de misterio y aumentan los enigmas y especulaciones sobre aquellos luctuosos hechos.

Al no existir pruebas concluyentes para confirmar o descartar ninguna teoría, las especulaciones sobre lo ocurrido aquel día han llegado hasta nuestros días sin que se haya podido confirmar si se trató de un magnicidio individual o, por el contrario, fue una conspiración donde confluían oscuros intereses políticos, económicos o del crimen organizado donde, incluso, pudieron estar implicados los servicios de inteligencia y algunas altas autoridades estadounidenses, incluyendo al sucesor de Kennedy, Lyndon B. Johnson.

De momento, todas las incógnitas continúan sin respuesta y no hay pruebas para confirmar ninguna teoría, a pesar de los ríos de tinta que han corrido a propósito del magnicidio, con todo tipo de explicaciones desde las más sobrias hasta las más absurdas teorías conspiranoicas.